26.6.12

I had a dream

Esta noche he soñado por todo lo alto. No iba lejos, pero me doctoraba en mi país en una fecha cercana. 

Me condecoraba Pablo Álvarez Meana, un hombre de naturaleza Cum Laude y  presidente del gobierno Popular en aquel momento. Yo asistía a la Universidad Privada Francisco Galton Español, y aquí viene eso rarísimo que tienen los sueños, mi nombre, a punto de ser doctor, era Sugrañes.

Mi tesis doctoral, y lo explico porque es de lo que he venido a hablar, se titulaba: El vello corporal, la excelencia en la educación y la familia cristiana. Mi investigación se circunscribía al primer punto, pero al resto obligaba el plan de estudios.

Mi descubrimiento, entrando en materia, venía a confirmar que para la erradicación del vello corporal -léase 'eliminación' y nunca 'recorte'- bastaría con acabar con  sólo un pelito. Esto es, existe un único folículo piloso que, igual que la hormiga reina, es el responsable de la existencia y organización del resto. Es decir, con quitar uno, con quitar el folículo adecuado, se estaría erradicando todo el vello.

¡Imagínense! con mi estudio ponía en evidencia a toda la farmacopea internacional y a los entramados de clínicas-depilatorias que en su ignorancia se vienen dedicando a eliminar a todos y cada uno de los pelitos. 

Recuerdo que esto lo decía bajo de una ilustración del mostacho de Aznar. Y tengo la duda si era por eso, o porque otros entendían cabecillas anti-sistema donde yo decía pelillo capital; o anonymous  y 15M donde yo precisaba masa vellosa corporal, pero el caso es que me acabaron puntuando con matrícula de honor.

Si bien mi tesis aún no contenía el método de localización del pelito-reina, sí que me adelantaba a publicarlo para sentar cátedra, inscribirme en la SGAE y dar cuenta al mundo de cómo mi país rompía y rasgaba en el plano científico, fruto de las directrices educativas y de investigación impulsadas por sus dirigentes.

¡Eshpaña, única, justita y de por libre!


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